sábado, 26 de octubre de 2013

El futuro viene de atrás...






Patricio Guzmán es un documentalista. Nació en los lindes de un continente que aprendió el dolor desde  muy temprano.
Autor de La Batalla de Chile un texto audiovisual imprescindible, que traza un arco entre 1972 al 79, relatando la lucha de un pueblo desarmado, en pleno itinerario al socialismo inspirado por Salvador Allende. De esa trilogía decomunal, filmó un correlato en 1995, llamada La Memoria obstinada.




La ficción tiene el don del artificio. Y esta condición la hace inimputable.
 Como el loco que mata por la sola locura, la ley puede incluso perdonar el  crimen, bajo esa bendición (la maldición del loco). Sin embargo ese  don que convierte a la ficción  en inocente, implosiona cuando es la verdad de lo real lo que debe ser narrado.
El documentalista, desde Nanuk el esquimal (1922), realiza un acuerdo con el género y desde el género al espectador. En ese vértice, lo real dialoga con la Verdad.
Hay una frase famosa de Godard que dice algo así como que el travelling es una cuestión moral. Suena impresionante . Fue dicha o escrita- no lo sé bien-, allá por los 60 y su espesor conceptual sigue teniendo una vigencia abrumadora. Cierto es que, entonces, se discutía el cine. Tanto, que un travelling no era sólo un movimiento más de la cámara a la hora de narrar. Por cierto, un travelling es el movimiento en donde el eje de la cámara se desplaza. Filmar con la cámara en mano o montada en una bicicleta o en un avión. Puede ser lateral, circular, y si se usa una grúa la combinación de movimientos no tiene límites. Es como una media chilena. Aparatosa pero si se la usa bien es maravillosa. Y eso no siempre ocurre. En el cine mainstream su uso es tan abusivo que ha terminado por desaparecer. Nadie lo nota. Es como que en un partido todos pateen con media chinela.
Es inevitable remitirse, en este caso a otro texto que atraviesa cualquier tiempo. Rivette escribe en una legendaria revista francesa de cine (Cahiers du Cinéma nº 120, junio de 1961), un texto que denomina De la abyección, en la que critica ferozmente a un travelling. Se refiere a uno en particular. El que Pontecorvo realiza en una película denominada Kapo ( no la ví. Sí pude ver La Guerra de Argelia). 



Dice J. Rivette: "Observen, en Kapo, el plano en que Riva se suicida tirándose sobre los alambres de púa electrificados: el hombre que en ese momento decide hacer un travelling hacia adelante para reencuadrar el cadáver en contrapicado, teniendo el cuidado de inscribir exactamente la mano levantada en un ángulo del encuadre final, ese hombre merece el más profundo desprecio".  El texto completo es furibundo e imagino su impacto en la comunidad de entonces. En la decisión de hacer un travelling se cruzaban, lo estético-narrativo y el dolor. Se puede estetizar el dolor?. Sería la pregunta del documentalista que se precie de tal.
Los recursos del que dispone el cine son enormes y complejos (la polisemia de la imagen), y en ese andar las decisiones se toman a cada paso. Es la luz, el movimiento, el sonido, el encuadre, la angulación, en principio. Luego el montaje final. Ahí se ingresa al territorio del otro. La intimidad de la vida y la muerte , el dolor y la alegría, el gozo y la tragedia. Cuando es el momento del corte?, cuando se usa un fundido?, cuanto se interviene sobre lo que se narra?. La interpelación , casi siempre termina en uno mismo. Conviene ser conciente de tal condición.


Patricio Guzmán

En La Memoria obstinada, Patricio Guzmán, gira la cámara hacia los pibes que en los ´90 pudieron acceder a las imágenes de La Batalla de Chile. Recorrió colegios pidiendo permiso a directivos para que las imágenes que filmó en los 70 se incorporen al imaginario de una generación que creció ignorante de aquellos eventos que los atraviesan hoy, sin saberlo. En los pocos colegios que dieron el sí, los grababa mientras los ojos trataban de entender lo que veían. Tamaña tragedia. Los que no soportabana bajaban la vista, los otros lloraban por Chile, por los asesinados, por los que no están más y por sobre todo por ellos mismos. Ahí estaba Guzmán, ahí estaba el documentalista atravesando el dolor con la sola luz de su película. Atravesado en el dolor de la muerte decide girar la cámara y filmarlo. Qué hubiera escrito Rivette al respecto?.
Los realizadores de hoy, documentalistas , nos hacemos estas preguntas?





 El equipo de filmación en junio de 1973. De izquierda a derecha: José Bartolomé, asistente de realización; Bernardo Menz, ingeniero de sonido; Patricio Guzmán, realizador; Jorge Müller, director de fotografía; Federico Elton, jefe de producción.




Uno de los grandes protagonistas del rodaje fue Jorge Müller.  Müller está hasta hoy detenido desaparecido.






La vergüenza y la conmoción se dan por igual al ver el acercamiento de un dolor real. Quizá las únicas personas con derecho a ver imágenes de semejante sufrimiento extremado son las que pueden hacer algo para aliviarlo o las que pueden aprender de ellas. Los demás somos mirones, tengamos o no la intención de serlo.”
Susan Sontag, Ante el dolor de los demás




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