Luego ahí en donde el agua
mueve el alma
ahí sin tiempo, lleno de
sí, todo
la cornisa de pestañas, la
nariz
aleteando el fuego
Todo un remolino en cada bocado, funámbula de la
noche
Su constelación íntima
sostenida en el
encaje amarillo
siempre boca abajo.....
Luego ahí, el pelo, la
tenue cordillera de vértebras
La punta de todos sus dedos
en el mástil de un violín
acariciando el plexo del
cuarto sin mas sonido
que el que sale de la boca,
sin querer.....
Los dibujos espiritualmente Zen y materialmente Sumi (técnica japonesa realizada con pinceles de caligrafía, tinta china y agua), en papel Romaní o Tiziano de 32. 5 por 48.5 cm.
No hay comentarios:
Publicar un comentario