sábado, 13 de julio de 2013

El espejo y el pistolero







El impulso de escribir. De bajar al papel las primeras imágenes, el primer diálogo, la atmósfera y el tono. Poco a poco la búsqueda se estanca, en mi caso, si no hay algo que las traccione. Esa es la idea o el concepto suelo llamarlas, a falta de mejor definición.
Siempre fui autodidacta. Aunque qué es un autodidacta si todo ha sido ya descubierto por alguien antes.?
Lo original sique estando en la naturaleza. La usina biogenética que terminó creando un organismo que puede pensarse a sí mismo. Dios es otra película.
Hace un par de años atrás estábamos en una casa quinta en San Cosme. Veníamos de caravana muy intoxicados bajo un mango enorme que cubría la mitad de una piscina. Música, asado, vino tinto, y todo lo que regala la Pachamama.
Horacio, creo recordar estaba sentado al borde de la pileta, en unas bermudas azules, con la cabeza gacha y el sol cayéndole a pique sobre los hombros. Estaba mojado o muy sudoroso. El pelo se le pegoteba en la nuca. Mantenía la vista fija en el agua.
El espacio en sí, la casa rodeada de una galería, el techo , los pisos, los árboles tenían el pulso de lo que envejece como esas bicicletas colgadas en un galpón.
Ahí estaba  él, con algo sobre sus hombros, muy pesado.
Un pistolero crepuscular, una cuenta pendiente, un tiroteo feroz, un secreto, una tormenta de recuerdos que le caen encima los domingos por la tarde.
Así fue mas o menos, el origen de La Ballester Molina. Un guión que tiene ya unos dos años de buscar salirse. El título del guión ayuda. Le da cierta dirección, cierto aura. Los porqué y los para qué, suceden en todo el primer proceso de escribir un guión, es una parición: dar a luz...
La Ballester Molina fue una pistola creada en las factorías de la legendaría fábrica HAFDASA. La hispano argentina creó camiones, autos, motores diésel , de aviones, de lanchones, y algunos de sus sistemas de frenos terminaron en los Rolls Royce.  Esa fábrica es la historia de la Argentina tratando de salirse del sino agroganadero con que nos condenan las burguesías dominantes. Hasta hoy, en disputa.
A esta pistola la podemos colocar en la fila del Torino, la birome, y el dulce de leche....
Nuestro pistolero la guarda en el ropero y cuando el alcohol lo maltrata la saca  de su caja y desde el espejo lo miran todos los hombres que fué. Ese fue el comienzo...no está mal.




La que se esconde en el ropero



Un 6 por 6, motor criollo


El General, Carlos Ballester y el motor diésel




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