En
estos días están pasando un documental en INCAA Tv llamado Montando al Zorro.
Dir Juan Domínguez, 78’.
En el 2010 fuí jurado del FESAALP ( Festival
de artes audiovisuales de La Plata) de largometrajes ficción y corría el rumor
de que era el mejor de los documentales en competencia. Conocía a su director. Estábamos comiendo en
un barcito aledaño a la sede y llegó en bicicleta. Un tipo manso como el
caballo que retrataba en su película. El Zorro era manso hasta que lo ataban al
palenque para domarlo.
Nunca
me gustaron las jineteadas para el espectáculo. Tampoco las corridas de toros a
pesar de que la tauromaquia, tiene milenios de desarrollo cultural. El hombre
que , enfrentándose a la bestia se enfrenta a sí mismo.
A
veces recorro el canal español y me quedo mirándo un rato sólo para ver si el toro de lidia lo ensarta de una buena vez.
Muchas veces tuve suerte y lo ví. La mayoría de las veces el torero hunde el estoque hasta el corazón
del bello animal y es el único vencedor. Una vez en 1985 vi a un toro matar a
ese hombre que se empecinaba en lastimarlo y engañarlo con una capa roja. El
nombre de ese animal no se me borró nunca de la mente: Burlero.
Cuando
José Cubero, El Yiyo, se cansó de
tantas Verónicas y serpentinas,
preparó el estoque. Apuntó y se tiró sobre Burlero hundiéndolo hasta la
empuñadura. No salía del movimiento cuando un cuerno lo engancha en una pierna,
cae. Los dos asistentes tratan de distraerlo, pero Burlero no se deja engañar,
lo mira en el suelo y lo ataca. Burlero tiene el estoque clavado en el lomo, le
atraviesa el homóplato hasta el corazón sin embargo tiene fuerza para hundir el
cuerno en el costado izquierdo de El Yiyo.
Lo levanta y lo sostiene en el aire infinitos segundos y luego lo apoya en el
suelo casi piadosamente. Yiyo da tres o cuatro pasos y se derrumba muere con 21
años. Dicen que dijo: Peli, ese toro me
mató….
Más
allá tambien Burlero se arrodilla, herido de muerte.
Juan
Domínguez realiza una batalla de ese tenor para buscarlo a su caballo. Por un
momento es el toro, en otro es el torero. Corre fines de los 70, El Zorro
todavìa no es una leyenda. Comienza a hacer fama luego de bajar una y otra vez
a quién pretenda montarlo y asó comoenza
a correr la voz en la zona de Tres Arroyos, de que hay un tordillo
indomable. Alguién le sugiere a su dueño
de que es un cabalo de jineteadas y así comienza a recorrer esos escenarios en
dónde el coraje y la pericia se mide en segundos. Comienza la leyenda a
principios de los 80.
Juan consigue los tapes y grabaciones en dónde se lo ve
tirar al suelo una y otra vez a jinetes engañados con su paso manso al palo,
hasta que le colocaban una montura y lo soltaban. Grabaciones en 8mm, super 8,
betacam y vhs. El Zorro atraviesa fronteras voltando jinetes. Juan lo busca a
través de los diferentes formatos, interviene la imagen, con proyectores de
16mm y proyecta la imagen sobre el lomo de un caballo del mismo pelaje que el
Zorro. Interviene desde el graph, desde su off, evocatorio y amoroso para tocar
a su protagonista. Hace una puesta en ficción. Recrea una operación en una de
sus patas. El super 8 granulado y lejano es manipulado una y otra vez por Juan
para contar la historia del caballo invencible.
Muere de viejo cuidado por su
dueño en Cascallares.
El
documental estuvo en el BAFICI. Gana en el FESAALP de 2010. Juan recibe el
premio manso como su caballo al que lo sacó de imágenes ya olvidadas como un
antropólogo encuentra huesos y les da identidad e historia.
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