viernes, 2 de mayo de 2014

El Zorro y Burlero




En estos días están pasando un documental en INCAA Tv llamado Montando al Zorro. Dir Juan Domínguez, 78’.
 En el 2010 fuí jurado del FESAALP ( Festival de artes audiovisuales de La Plata) de largometrajes ficción y corría el rumor de que era el mejor de los documentales en competencia.  Conocía a su director. Estábamos comiendo en un barcito aledaño a la sede y llegó en bicicleta. Un tipo manso como el caballo que retrataba en su película. El Zorro era manso hasta que lo ataban al palenque para domarlo.

Nunca me gustaron las jineteadas para el espectáculo. Tampoco las corridas de toros a pesar de que la tauromaquia, tiene milenios de desarrollo cultural. El hombre que , enfrentándose a la bestia se enfrenta a sí mismo.
A veces recorro el canal español y me quedo mirándo un rato sólo para ver si el  toro de lidia lo ensarta de una buena vez. Muchas veces tuve suerte y lo ví. La mayoría de las veces  el torero hunde el estoque hasta el corazón del bello animal y es el único vencedor. Una vez en 1985 vi a un toro matar a ese hombre que se empecinaba en lastimarlo y engañarlo con una capa roja. El nombre de ese animal no se me borró nunca de la mente: Burlero.




Cuando José Cubero, El Yiyo, se cansó de tantas Verónicas y serpentinas, preparó el estoque. Apuntó y se tiró sobre Burlero hundiéndolo hasta la empuñadura. No salía del movimiento cuando un cuerno lo engancha en una pierna, cae. Los dos asistentes tratan de distraerlo, pero Burlero no se deja engañar, lo mira en el suelo y lo ataca. Burlero tiene el estoque clavado en el lomo, le atraviesa el homóplato hasta el corazón sin embargo tiene fuerza para hundir el cuerno en el costado izquierdo de El Yiyo. Lo levanta y lo sostiene en el aire infinitos segundos y luego lo apoya en el suelo casi piadosamente. Yiyo da tres o cuatro pasos y se derrumba muere con 21 años. Dicen que dijo: Peli, ese toro me mató….
Más allá tambien Burlero se arrodilla, herido de muerte.  


Juan Domínguez realiza una batalla de ese tenor para buscarlo a su caballo. Por un momento es el toro, en otro es el torero. Corre fines de los 70, El Zorro todavìa no es una leyenda. Comienza a hacer fama luego de bajar una y otra vez a quién pretenda montarlo  y asó comoenza a correr la voz en la zona de Tres Arroyos, de que hay un tordillo indomable.  Alguién le sugiere a su dueño de que es un cabalo de jineteadas y así comienza a recorrer esos escenarios en dónde el coraje y la pericia se mide en segundos. Comienza la leyenda a principios de los 80. 

Juan consigue los tapes y grabaciones en dónde se lo ve tirar al suelo una y otra vez a jinetes engañados con su paso manso al palo, hasta que le colocaban una montura y lo soltaban. Grabaciones en 8mm, super 8, betacam y vhs. El Zorro atraviesa fronteras voltando jinetes. Juan lo busca a través de los diferentes formatos, interviene la imagen, con proyectores de 16mm y proyecta la imagen sobre el lomo de un caballo del mismo pelaje que el Zorro. Interviene desde el graph, desde su off, evocatorio y amoroso para tocar a su protagonista. Hace una puesta en ficción. Recrea una operación en una de sus patas. El super 8 granulado y lejano es manipulado una y otra vez por Juan para contar la historia del caballo invencible. 

Muere de viejo cuidado por su dueño en Cascallares.
El documental estuvo en el BAFICI. Gana en el FESAALP de 2010. Juan recibe el premio manso como su caballo al que lo sacó de imágenes ya olvidadas como un antropólogo encuentra huesos y les da identidad e historia.



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