lunes, 9 de agosto de 2021

 


Yuyal


Salí a ver eso de mí. Roto, restos de mí

el balcón se enfriaba en una siesta de otro mundo. Caía una ceniza del cielo.

los perros en la terraza,

 Ramón, 

los músicos afinan medio sordos una cumbia, imposible

 de tres acordes.

Una paloma parece volar, la diagonal la hace de otro cosa, un cable de lumbre, un silbido 

Yuyo ya salió de la casa y ahora marcha con sus restos detrás. 

Nadie lo ve , porque nadie ve.

Musita una canción mientras empuja su alma en la silla

y entre lagrima y lágrima se tumba hacia atrás

se cae de espalda, cielo arriba

el mundo se mira con sus ojos.



PH. Gero Almirón

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