domingo, 14 de septiembre de 2014

El Amor es filoso ( invocaciones sobre La Ballester Molina)




No sé cómo arrancó la idea original de La Ballester Molina. Creo recordar unos días de excesos en San Cosme con unos amigos, una pileta, una casa, música y mucho alcohol. Un árbol de mango enorme, nos guardaba del sol del verano que calentaba el arenal de las calles del pueblo.
Horacio entraba y salía de sus remolinos. A veces se pone como un volcán . Otras veces no se puede más que reirse. Ahí estaba al borde de la pileta, de madrugada y al amanecer. Desnudo.
Con Alejandro imaginamos una emboscada. Una balacera descomunal. Un tipo que acepta la muerte, cansado de que lo persigan. Se inmola. Tal vez es el único modo de huir de la traición y la vergüenza: La muerte violenta y heroica. Un trazo de fuego para que lo recuerden así, de pie y perforado por cien disparos. Eso creo recordar. El guión nace de esas peripecias del pensamiento y sus primeras visiones, como alucinaciones. 
Bien después aparece (tampoco sé en qué momento..) una pistola: Una Ballester Molina. Investigué después. Sólo después. El acero estaba antes. El resultado inmediato de la Revolución Industrial, el hombre por sobre el hombre. Las matanzas masivas, el control sobre la naturaleza, siempre masculino. El acero convertido en arma. De ahí nomás estaba el filo cerca. El cuchillo, la hoja delicada que trae a la muerte consigo, otra vez. 
El guión se retuerce y se busca a sí mismo. Está vivo porque sus criaturas se mueven, piensan y sienten. El Macho Humano comienza a agotarse. Ya no hay qué fecundar. Lo que toca el Macho, se muere violentamente. El Capitalismo es su hijo y sale a matar. Demasiada testosterona en la factoría del mundo.
El guión comienza a hablar con voz propia y se empuja a sí mismo. Se justifica , porque se mira a los ojos en el espejo aun borroso. Nuestro macho tiene nombre: Dionisio.  
Tiene pasado: asaltante de camiones blindados. Tiene un sino: no conoce la piedad y mata con un tiro en la frente a quién lo mira. Tiene un arma: Una pistola Ballester Molina.
Sin embargo, dónde está?. Qué hace, cuando, con quién?. Cómo se viste, qué come, que sueña. Porque está ahí en un pueblo del interior correntino llamado San Cosme?. Las escenas se disparan junto al posible encuadre. La luz ingresa y da forma al rostro atormentado de Dionisio que duerme con los ojos abiertos. Qué guarda en su corazón?


De ese modo, el antiguo jefe, el bandolero, escupe sangre en las mañanas. Una dolencia en la espalda le adormece medio cuerpo. Ritualiza sus domingos con Old Smmugler, al borde de la pileta, su anillo,  los Ray Bans Aviator y la música que lo acompañó en sus mejores años de criminal inocente de sí. Centrifugado por el guisky, baila sólo al borde de la pileta una canción de Mantra, como un sonámbulo.
Tiene dos amigos más que lo ayudan a fabricar cuchillos: el Rengo, el Mudo y el Payaso. Noches de truco y putas. 
Dionisio sueña con la mujer pulpo. El monstruosa hembra lo mira desde el pie de la cama. Despierta a los gritos, bañado en sudor. Esa mujer donde está?. Porque lo mira?. Cuál es su nombre?. Porque se llama Eva?
Lo femenino se abre paso entonces en el guión y cambia su sustancia. Se rompe, se revisa, se trasforma alrededor de una hembra enojada con el mundo y deseos de vengarse. Está sola. Qué le sucedió, dónde estuvo todos estos años?. Cuantas mujeres soporta el texto a filmarse. Una madre, una hija, una amante, una traicionada. El guión soporta todo si es posible de ser filmado. La Ballester Molina es femenina. Los hombres sólo decoran un paisaje crepuscular y desolado. Un reino nuevo debería emerger de tanta violencia...La niña blanca lo sabe.



Las fotos son de Leo Campodónico

No hay comentarios:

Publicar un comentario