sábado, 29 de marzo de 2014

El Flaco






Sábado de lluvia. Mi hijo , Nahuel, escucha al Flaco Spinetta.
Cuando murió sentí que algo mío se iba con él. Algo inexplicable (para eso está la poesía).


 Yo vivía en el Barrio San Antonio y Spinetta no me era ajeno. Había escuchado Superchería en LT7 y la conmoción aun me dura. En ese entonces, con la poca edad, en una provincia ultraconservadora, viniendo del Pirayuí, escucharlo era muy arduo. Lo más parecido fue cuando me comí un par de cucumelos: lo inenarrable, el borde de las palabras, el balbuceo del niño, el asombro del viejo cuando mira para atrás, el estar nomás, sin aquí y sin ahora.
En esto de las redes un día escuché azorado, un sonido de cuando tenía 16 años.
Mientras escucho Azafata del tren fantasma, le cuento a Nahuel que ese fué el tema que "ví" en el televisor blanco y negro un día de 1975 (Ana me ayuda con los números: yo tenía entonces, 16 años).
Cuando murió el Flaco sentí que se moría el hermano mayor que pude haber tenido. El que te dice no te golpées con esa piedra, abrí los ojos, cuidáte. No es el Padre , es el hermano mayor. Es la generación que se tragó la dictadura militar.
Un incendio en el Canal 11 de entonces destruyó todas las cintas. Pero el audio esta hoy en casa. Ahora Perdonado, sale por las ventanas del Monoblock B, la lluvia acompañana al viejo perro blanco, condenado , por el diablo de febrero.


Ha pasado casi 40 años y el Flaco canta como aquel día en el Barrio San Antonio.




lunes, 24 de marzo de 2014

El Viejo Symns



Lo conocí al viejo Symns a través de le revista Cerdos & Peces, allá por los ´80.
Era un apéndice ( o mejor una protuberancia de El Porteño), en dónde escribían el Indio Solari, Vera Land, Tom Lupo, Ricardo Ragendorfer y por sobre todo , por sobre todo, las flamígeras editoriales de Enrique Symns. A todo hijo de la dictadura que haya recorrido esas páginas- en los tiempos en que el alfosinismo parecía una primavera-, seguro leerlas era un salto hacia adelante, como sacarse algo de adentro. Una infección purulenta, un pedo primordial, un vómito alucinante por dónde salían todos los bichos de la dictadura. Inoculados en la escuela, la familia y el barrio.

Allí conocí a W. Borrouhgs, Bukowsky, Perlongher, Foucault, Artaud. Esa piara de autores cuyos textos eran cuchillos afilados en la piedra del odio a las instituciones. Esas instituciones, en dónde el miedo y la vergüenza nos convierte  en enemigos de lo mejor de nosotros mismos.
Luego de esas páginas( las de Crisis y Fin de Siglo ciertamente), uno salía como chancho al batatal, hociqueando en las librerías a ver si era verdad que existían esos tipos de pluma como yilé.
Textos revulsivos, incómodos, perturbadores, iluminadores en dónde confluían el asco y la dicha. La Democracia se envolvía otra vez en una bandera andrajosa y maloliente, se pintaba la cara doliente, se ponía linda con rimmel barato y un rouge parecido al rojo.
Symns timoneaba su nave enloquecida y la llevaba mar adentro a un puerto que todos sabíamos que no existía.



Un día nos visitó a la Carrera de Comunicación Social. Dió una charla sobre Periodismo no se qué, con su vaso de ginebra a la diestra. Lo fuímos a ver los amigos de siempre abrumados por su presencia  de loco enfermo. En una de las aulas de la Escuela Sarmiento dió una charla para un grupo de compañeros  que nos dejó doloridos en el alma. Luego lo llevamos a LT7!!. Hermosilla Spak no pudo con su verborragia hiriente y se quedó solo en la emisora escuchando una larga de ristra de oyentes solidarizándose con él.  Los que pudimos lo seguimos en una caravana de alcohol por los bares de la ciudad. Mucho después volvió con la misma actitud irreverente. Lo registré con mi vhs, saluda desde una pequeña ventanilla, canta un blues, recita poemas como escupitajos y terminamos todos, comiendo una pizza frente a la Plaza Cabral. El Ciego Bordón siguió con él hasta quién sabe dónde de esa noche correntina.



Con el tiempo lo ví un par veces. Una, en la misma redacción de la revista que luchaba por sobrevivir. Ya corrían los tiempos del menemismo. Bajámos al zótano con el Perro Pujol y vimos azorados las pilas de revistas que luego nos regaló. Arriba nos esperaba en un bar frente al Parque Lezama. El mismo en el que una noche escuché a Pajarito Zaguri. 
Otra vez nos citamos, en el legendario bar, El Británico. Cuando me senté a su mesa estaba tomando un vaso de gancia con vodka. De a ratos metía su mano al interior de su saco y sacaba con la uña de su meñique una dosis matinal que le hacía brillar los ojos de niño. 





El viejo Enrique Symns es el último periodista argentino que nace de una tradición de los ´60. Del  rock, literatura rebelde, LSD, inconformismo militante. Una raza de caballeros solitarios, escépticos, desesperados librepensadores en contra de todo lo que tenga uniforme, abogados, profesores, médicos y siquiatras (la policía del alma), la Iglesia y todo poder oculto, detrás del Poder.






martes, 18 de marzo de 2014

La lluvia en el techo de zinc (reflexiones de un tipo que vive en un tercer piso)





Las palabras y los sentidos cambian según el lugar en que se las aprende y se las pronuncia.
La lluvia no es la misma para alguien que nació en el campo y otro que vive en la ciudad. Tomar distancia es interesante para saber como suena sobre el techo de zinc.  Un hombre de campo nunca dice: - qué hermoso atardecer!. El sol para él es un aliado o un anemigo. Todo depende.
Acá en el monoblock B suena de lo lindo. No sé cómo sonará en los techos del Barrio La Olla.  Pobrerío de sobre llovido, mojado.

Ahí se posan un par de palomas en el techo vecino. Las veo a través de la ventana verde de mi cuarto.
Cuando vivía cerca del Pirayuí las palomas eran unas u otras: Picuí, Torcaza, Yerutí. Todo depende.
Acá, ciertas  palabras no hubieran tenido sentido en dónde mi niñez andaba de monte y ñangapirí: mouse, monitor, LCD, Procenex, fibromialgia, cervical, Pregabalina 25mg, Macbook, carré de cerdo, Red Label, facebuk, Listerine, split, etcs.


En el campo mi viejo me enseñó ciertos sonidos. El pájaro yaguá, la perdiz, los suirirí cuando bajaba el sol. No era necesario levantar la vista para verlos. Ñacaniná, curiyú, lobizón, teyurugai. Cuando llovía mucho se pedía que escampe o se clavaba un hacha en la tierra.
 Aun así, alguien cocina unos chipacueritos. El olor a grasa derretida me hace tener ganas de comerme uno. La lluvia no es para todos igual. Y las palabras se dicen y se padecen según el lugar. Todo depende.
Lo digo yo en el tercer piso y cuando la lluvia paró, por fin.

Las fotos fueron tomados por Leo Campodónico durante el rodaje de Helicóptero

  

jueves, 13 de marzo de 2014

Cine de riesgo y militancia





Estuve en los estudios de CINEBRUTO de José Campusano.
Convocó desde FARA (Federación Argentina de Realizadores Audiovisuales), a una reunión con la misión de sentar las bases de el primer Festival Multiprovincial- Cine de Riesgo. Estuvimos compañeros de Patagonia, del NOA y Centro del país. Nos costó interminables debates  el título del festival, su bajada, el slogan. Preocupados para que la convocatoria no necesite de muchas declaraciones y que sea el cine de riesgo, el  que reúna a estéticas, narrativas que están en pleno crecimiento en todo el país, de punta a punta.

Encuentro en Córdoba

Mi relación con José y Miguel Ángel Rossi comenzó en 2007 en el Festival de Saladillo. Nos encontramos en el mismo lugar en 2011 (yo era jurado con Miguel), y nos prendimos en una charla acerca de organizar a la enorme cantidad de realizadores que están por afuera de las políticas que propone el INCAA y que sin embargo no paran de rodar, sus cortos y largos de ficción o documentales en cualquier formato. Estuvimos en Córdoba (dos veces), en Río Negro, en Mar del Plata, en Wilde,  construyendo  porfiadamente una figura que sea una herramienta de encuentro y visibilización.

Encuentro en el marco del Festival de Mar del Plata

Encuentro en el marco del Festival de Río Negro

Encuentro en el marco del  Festival FECICO- Wilde




José, a través del Cluster Audiovisual de la Provincia de Buenos Aires despliega una muy agresiva actividad, que va desde la formación/ capacitación, hasta el rodaje de teaser que formaran parte de una carpeta de proyectos en desarrollo. Su estudio de croma está en plena construcción. Terminó el rodaje de El Perro Molina y escribe Placer y Martirio.
Logo del Cluster Provincia de Buenos Aires




Miguel , en Bariloche, desarrolla su proyecto caósmico de cine interactivo, desarrolla una producción para Colombia y otra para Chile. A la vez despliega desde la Producción General, Perón contra la langosta en el NEA Argentino con un guión de mi autoría. El equipo todo, además, se encuentra abocado a la prepoducción de la primer película multiprovincial a rodarse a principios de 2015.
Los cimientos de un festival que reúna la producción anónima de todos los rincones del país y que apuesten a nuevas narrativas que conlleven  riesgo, fueron sentados.  Lo que vendrá a futuro dependerá de la perseverancia y el trabajo coordinado de los que venimos bregando por un cine federal.

Encuentro en la productora CINEBRUTO- Berazatégui