jueves, 30 de enero de 2014

El documental II







El decálogo de Kossakovsky, presentado en el seminario de IDFA. International Documentary Film Festival Amsterdam


1.     No filmes si puedes vivir sin filmar *
2.     No filmes si quieres decir algo, sólo dílo o escríbelo. Filma sólo si quieres mostrar algo, o si deseas que la gente vea algo. Esto afecta tanto a la película en su conjunto como a cada plano dentro de la película.
3.     No filmes si ya sabía lo que querías decir antes de filmar, eso te convertiría en un profesor. No trates de salvar el mundo. No trates de cambiar al mundo. Es mejor que tu película te cambie a ti. Descubre el mundo y descúbrete a ti mismo mientras filmas.
4.     No filmes algo que odies. O algo que ames. Filma cuando no estés seguro de que lo que sientes es amor u odio. Las dudas son cruciales para ser arte. Filma cuando odies y ames al mismo timpo.
5.     Necesitas tu cerebro antes y después de filmar. No lo uses durante la filmación, sólo usa tu instinto e intuición.
6.     Trata de no obligar a las personas  repetir una acción o dichos. La vida es irrepetible e impredecible. Espera, observa, siente que tiene que estar dispuesto a traves de su propia forma de filmar. Recuerda que las mejores películas son las irrepetibles. Recuerda que las mejores películas están basdas en planos irrepetibles. Recuerda que los mejores planos capturan esos momentos irrepetibles de la vida con un irrepetible modo de filmación.
7.     Los planos son la base del cine. Recuerda que el cine fue inventado como un único plano. El documental, por cierto, carecía de una historia o bien esa historia se contó justo en ese plano.
8.     La historia es importante para el documentaal, pero más importante es la percepción. Piensa en primer lugar, qué sienten los espectadores mientras ven tus planos. Entonces, se forma una estructura dramática de tu film que puede cambiar lo que el espectador siente.
9.     El documental es el único arte donde cada elemento estético casi siempre tiene espectos éticos y cada aspeto ético se puede utilizar estéticamente.  Trata de seguir siendo humano, especialmente en le montaje. Quizás la gente buena no debiera hacer documentales.
1. No sigas mis reglas. Encuentra tu propio reglamento. Siempre hay algo más que solamente tú puedes filamar y nadie más.



·      Kossakovsky admite que toma la idea de León Tolstoi: No escribas si puedes vivir sin escribir.


Viktor Kossakovsky nació en 1961 en Leninngrado. Se formó entre 1978 y 1986 en los estudio de Cine Documental de esa ciudad.  Estudio dirección y guión en la escuela de cine de Moscú.


Viktor Kossakovsky


sábado, 25 de enero de 2014

El documental I






Estoy leyendo un libro sobre el género documental que se se llama Detrás del Árbol- Investigación para el documental: entrevistas con documentalistas argentinos-  EUDEBA 2012. Su autor Eduardo Feller- es director de la carrera Diseño de Imagen y Sonido de la UBA-, recorre la experiencia de varios de los mejores documentalistas del país , en un momento de auge del género. El documental ya no es un género menor.
Este estatus se logró gracias a un esfuerzo consciente de los cineastas, por sacarse de encima un estigma: el de La Aventura del Hombre. Esto es, en formato televisivo, didáctico, científico (por lo tanto con pretensiones “objetivas”), voz en off omnipresente (por lo tanto con un solo punto de vista, y este siempre, detrás de cámara. Nunca adelante), una cámara que privilegia la prolijidad técnica y más allá, los protagonistas/objetos. Personas, culturas , paisajes o insectos. Este formato, obviamente, ha sido importado y pertenece a una tradición de países centrales que interpretan al otro. Ya sea un negro africano, un esquimal o una foca del Ártico.
El libro recorre las voces de veteranos como Humberto Ríos y representantes de las nuevas camadas como Andrés Di Tella. A este último lo conocí en la Bienal de arte de Córdoba de 1993, cuando presentaba Montoneros, una historia. Viajámos, Horacio Fernández y Alain Charpentier (a presentar La Noche Boca Arriba, seleccionada para la muestra de cine), y le hicimos una entrevista que todavía conservo en un VHS maltratado por el tiempo.
 Las casi 200 páginas de este libro no es un manual, por lo tanto invita a la reflexión, que es una de los ejerciciós que todo documentalista debería hacer. Una reflexión que también exige la ficción, pero que no es imprescindible ya que no exige una explicación más allá de lo que el verosímil plantéa. En el género documental, en la tensión entre realidad y realismo, es la verdad la que juega su carta en la mesa de la ética.
Feller se arriesga a dos conclusiones,  que titula A modo de cierre. En la primera de ellas trascribe el decálogo del documentalista ruso Viktor Kossakovsky y luego  las 30 verdades de la investigación documental. No tienen despedicio y las voy a trascribir en este blogs (supongo que violando algunas reglas).
La idea es a la vez, “conversar” a la distancia vez con los dos documentales que emitirá el Canal 9 de Resistencia, que son de mi autoría: Apipé , la isla y Galaxia Laguna Seca.  

Afiche de Apipé , la isla. Diseñado por Verónica Seniquel de
Tienda estudio Ato







miércoles, 15 de enero de 2014

El incandescente




A juan Gelman

Si pudiera
Si supiera
La voz se toca con algo indeleble, la palabra que sale de la boca súbita mariposa ebria de aire el torbellino de una cifra en oración dicha por fuera de la vida y más acá.
Lo que se oye es un animal, un animal es lo que se ve, lo que se toca.
Tiene un ojo ámbar y el otro ciego también te ve. Todo empezar en el límite de los posible y un poco más allá el estruendo de la nada.
Ese animal camina con paso seguro y se amaca sobre lo humano. Es lo único que sabe hacer.
 Andar sobre el hombre y sus vestigios.
El presente o el futuro les son indiferentes.
Ahí está limpiando el aire con el que subimos el día de cada día.

El Tío juan






“Entre tantos oficios ejerzo éste que no es mío,
 como un amo implacable
me obliga a trabajar de día, de noche,
 con dolor, con amor,
 bajo la lluvia, en la catástrofe,
 cuando se abren los brazos de la ternura o del alma, 
cuando la enfermedad hunde las manos.
A este oficio me obligan los dolores ajenos,
 las lágrimas, los pañuelos saludadores, 
las promesas en medio del otoño o del fuego,
 los besos del encuentro, los besos del adiós,
 todo me obliga a trabajar con las palabras, con la sangre.
       Nunca fui el dueño de mis cenizas, mis versos, 
rostros oscuros los escriben
       como tirar contra la muerte.”

       Arte poética, Juan Gelman



Lo leí por vez primera en una contratapa de la revista Fin de Siglo, número 16 de octubre de 1988. Dirigida por Vicente Zito Lema era la hija de la legendaria Crisis(en aquél entonces la llevábamos bajo el brazo , como un talismán o algo así.....). Entre los colaboradores se encontraban Rubén Dri, Horacio González, David Viñas, Osvaldo Bayer, Indio Solari, Ricardo Carpani, Emilio Cobiere, Enrique Symns y una largo etcs de maestros de la pluma militante. La tapa se ocupa de la represión a la CGT del 9 de setiembre cuando Nosiglia acusa a los obreros de haber roto las vidrieras de Modart. No soy un nostalgista del pasado, pero, adónde está aquél periodismo, aquellos periodistas?. 
La contratapa la firmaba Gelman : Arte Poética. Y digo por vez primera porque si bien revisé sus textos más de una vez, esa vez fuí tocado por él. Es el poder oracular de ciertos poetas , ciertos textos, ciertas palabras.


 Desde el 83, Gelman tenía orden de captura y levantan esa orden justo en 1988. Un año después,  Menem (sepan disculpar..), lo indulta (!!??). La carta en dónde repudia el acto del Gran Traidor la publica el Página/12 de entonces. Ese año sobrevive a cuatro paros cardíacos. 
Tengo esa revista ahora en mis manos, amarillenta y con el lomo curtido. La trato con cuidado como una novia nueva. Aquél texto epifánico lo transcribí en un cuaderno en donde reunía cosas parecidas, de esas que apuradamente llamaba poesía. Luego, con los años, en un taller, el poeta correntino Sanchez Aguilar, me prestó Cólera Buey (1965, reeditado en el ´94). Ya entonces sabía bien quién era Juan Gelman (escribía su nombre con minúsculas). 




Leer sus contratapas en el Página es de rigor. La del domingo pasado titulaba: Francia: Oro sí, China no. Siempre disparando munición gruesa contra los poderosos del mundo. Mientras el “periodismo” de hoy se gasta en el affaire Hollande, nuestro Juan Gelman, El Periodista,  golpéa donde duele y donde está la noticia.
El página lo homenajea hoy con un poema de Gotán (1056-62, reeditado en 1996).


FINAL
Ha muerto un hombre y están juntando su sangre en cucharitas,
 querido Juan, has muerto finalmente.
 De nada te valieron tus pedazos 
mojados en ternura.
Cómo ha sido posible
 que te fueras por un agujerito
 y nadie haya ponido el dedo 
para que te quedaras.
Se habrá comido toda la rabia del mundo 
por antes de morir 
y después se quedaba triste triste
 apoyado en sus huesos.
Ya te abajaron, hermanito,
 la tierra está temblando de ti.
 Vigilemos a ver dónde brotan sus manos
 empujadas por su rabia inmortal.
Gotán (1962)




Gelman les graba los sueños a los hijos. Todas las mañanas, les pregunta qué soñaron en la noche a Nora y Marcelo, sus hijos (Un hombre entra a su casa y el olor / de sus hijos le golpea la cara”)
Gelman escribe a máquina en una vieja Olivetti. 
Gelman fuma como un caballo y escabia Juancito Caminador
Gelman se pregunta para qué sirve la poesía
Gelman escribe por la noche y un juan incandescente nos mira la nuca....





Un pájaro vivía en mí.
Una flor viajaba en mi sangre.
Mi corazón era un violín.

Quise o no quise. Pero a veces
me quisieron. También a mí
me alegraban: la primavera,
las manos juntas, lo feliz.

¡Digo que el hombre debe serlo!

Aquí yace un pájaro.
Una flor.
Un violín.

Juan Gelman

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