sábado, 28 de septiembre de 2013

La tía Jazmina





Fué un cuadro de superficie de uno de los movimientos revolucionarios más relevantes del continente. Cuadrazo de un pensamiento indeleble en la historia argentina, concejal y retirada de ese itinerario (por ahora) formidable, del que es imposible apartarse.
El cuadro de Volveré y seré millones, esta al pie de su cama en la casa de la abuela Ana. Ella es una Panguilef ( puma corredor), de pura cepa: Arrogante en su porte, humilde en sus actitudes. Hay en su rostro un linaje de hembras sin lindes, amorosamente cobijadas por el Lanín, en el territorio de los últimos malones, antes de la Gran Repartija.
La gran burguesía argentina ha crecido en el desdén y la limpieza étnica y como la historia nunca cesa, los hijos de aquellos hijos aun reclaman lo rapiñado.
Jazmina es una de ellas. Es parte de mi madre. Pariente genética
Hermana en la sangre y la historia
Su sol comienza por la mañana en la cocina
y termina en el doloroso trajín argentino.
El continente.
La casa de todo los días.
El Chimehuin supo su nombre
y lo deletrea desde su naciente
cada día
de todos los días.
Jazmina, mi tía.



Mi  Tía y yo. Más atrás, el Mozo....






viernes, 27 de septiembre de 2013

18 ruedas



a Yoyi


Hijo del caldo promordial
me hice del dolor de mil pariciones.
El “dolor metafísico” de Rodolfo,
la buena nueva del hombre,
el terror de estar aquí.
Mis parientes son todo lo humano
o sea todo
lo que mi corazón percibe.




 Sameer Makarius. Moisés

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Jurados y hongos silvestres




A la hora de pedir yo miro los precios antes que nada. Luego decido, siempre calculando lo que hay en la billetera. El fin: un lomo con hongos patagónicos, puré de papas, y un Ventus Robles, malbec.
Hay chilenos detrás mío y una morocha de flequillos, con cara de artista plástica. Delante mío cuatro muchachas comiendo un paté de truchas con pan casero.
El lugar fué fundado por un tal Goye allá por 1935. Todo camino de tierra y piedra. Antes de entrar un cartel enorme anuncia el asfalto. Y debajo, escrito en aerosol la palabra: Mentira. 
Una chimenea con dos mapuches tallados en madera. Suena música maraca británica tipo Erasure, Blur o cosa por estilo.
Atendido por mujeres. Todas sonríen.
Le contesté a Marcel. Defiendo a la Ballester Molina. Eva me grita cosas, no me perdona otras, me trata de estúpido. Dionisio se agazapa y obedece a regañadientes. La vieja pistola 45 se convierte de fetiche (todo fetiche tiene vida propia),  a cosa cualunque.
Celina sonríe desde lejos y Diego creo que me cree algo. Por lo menos desde la más absoluta ignorancia de lo que se ignora. 
Qué se hace cuando un concurso dicta cosas desde la ideología?. Lo ideológico por definición permanece en la oscuridad y desde ahí alumbra el camino a seguir. Los que se salen, pierden. Los concursos tienen a los ganadores elegidos de antemano. Poco importa si el jurado es consciente o no  de ello. Lo ideológico funciona porque no se lo percibe. Una vez escuche o leí , no lo recuerdo: el mejor truco del Diablo es hacernos creer que no existe.
Peter Greenaway  me dice desde la tv: No importa si estas en Japón o Tierra del Fuego, todos filman a lo Hollywood. 
Es bueno saber estás cosas cuando se escribe un guión , o se participa de un pitching, o se compite en un concurso, o se escuchan las "sugerencias" de "capacitadores" dizque "neutrales".




martes, 17 de septiembre de 2013

El FIN del guión cinematográfico




Estoy en una cabaña de Bariloche con vista al lago. 
Trabajo en un guión y le puse esas tres letras que producen aprehensión, vértigo y algo de náuseas (o algo así): FIN
Enciendo el televisor y en el canal (a), están Ernesto Snajer y Litto Nebbia. Canta una canción que titula Provincia. La santa trinidad del rock Nacional son,  si me apuro en responder, Spinetta, Gracía y Nebbia. Pero entonces en dónde están El Indio Solari, Ciro, Miguel Abuelo, el primer Páez, Soulé, los Mellino, Gieco?. Esa constelación de letristas, compositores que pintaron el firmamento de la música popular argentina con voces únicas.
Comienza el Festival de Cine de Rio Negro. Hoy nos juntamos con Miguel Ángel Rossi y José Campusano, Horacio Fernández. Varios itinerarios en dónde la amistad coloca el condimento imprescindible para hacer eso que llamamos Cine.
Acá le puse final a un guión largamente madurado. Eva, Dionisio, Mía, Leonor , el Rengo y el Ciego tienen vida propia ya. Me visitan a la noche y hablan con voz propia. 
Estructura, concepto, caracterizaciones, giros y contragiros buscando el verosímil en la ficción. Lo creíble en la ficción . Todo esquizofrenia al papel.
La palabra FIN en un guión en verdad no existe. Es una mentira piadosa para cerrar algo que es herramienta destinada a destruirse, apenas se encienden las luces de la primer toma. El guión escrito entonces se retuerce como un animal herido. Trata de sobrevivirse a su sino. Ahí los personajes gritan de dolor y alegría, y a la vez se despiden de uno que los a creado desde la soberbia más ignorante.



                                                       Chirola Fernández, Ana y yo, en una cabaña...

domingo, 15 de septiembre de 2013

No todo lo que brilla es oro





Los Redonditos de Ricota entraron a mi conciencia cuando cursaba Comunicación Social. Regresaba por la Baibiene y un amigo me canta "con una pipa del 9 arrancó , la gran masacre del Puticlub". No entendía bien esa forma de armar las frases y le pedí que me repitiera el texto. 
A veces pasa con el cine del bueno. Dos planos sucesivos que nos lleva a otra sensibilidad. El montaje es uno de los modos de despertar lo dormido en nosotros. Muchas veces descubro una buena película con solo ver esos andamiajes que deslumbran. La poesía en imágen y el montaje su métrica.
Luego Horacio le mandá al abuelo (Expédito Fernández,  albañil y diputado por el primer Perón), a comprar Bang, Bang!. a Buenos Aires. Cuenta que el viejo peronista, entra a la discografía se acomoda al mostrador y pide el último de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.  No es difícil imaginar al pendejo del Musimundo porteño, buscando el caset que salía como pan caliente. El viejo Chepei, peronista de la vieja guardia, se reía por dentro. Fines de los ´80.
El Indio Solari es otro de los grandes poetas que parió la música popular argentina. En los noventa nos atrincheramos tras esas murallas para resistir el asedio. Nos volvimos irónicos y cínicos mientras el país se derrumbaba al calor del neoliberalismo y se lo vendía en otro mostrador: Los ojos ciegos bien abiertos.

El montaje final es muy curioso,
es en verdad realmente entretenido
vas en la oscura multitud desprevenido
tiranizando a quienes te han querido. 

Luego marché con las huestes ricoteras en ´97 en Tandil. Antes , la muerte de Walter Bulacio provocó un impacto dentro del grupo de amigos. Chirola regaló todos los casets y el viejo Enrique Symns, disparaba desde la Cerdos & Peces. 
Las canciones de los Redondos nos acompañaron siempre. Haciendo fuego sobre las cenizas. Siempre al corazón. Siempre ardiendo.
Hoy mis hijos (Camilo y Nahuel), comulgaron en Mendoza, en la única religión que merece practicarse: La pagana y la colectiva que celebra la vida con los desangelados del mundo. 



Vivimos en un país singular. Único. Un país que hace parir a tipos como Spinetta, J. Castilla, Ramón Ayala y Juanele, no es otro país. El firmamento de Favio ahí, bajo este cielo al sur del mundo. Una cruz repartida en todas las espaldas.